Todas las increíbles creaciones de Beaufort London (Lignum Vitae, Fathom V, Tonnerre...) tienen su propio encanto único, un carácter único y magistralmente matizado que las distingue de todas las demás, por lo que la primera pieza de la colección Revenants es también una verdadera obra maestra.
Iron Duke abre con un boom construido con cuero ardiente y especias, cuya singularidad especial la otorgan las especias palpitantes, la canela y tal vez el anís estrellado, que se funden en un acorde seco y chispeante similar al chocolate sin ningún conocimiento culinario. Por supuesto, el humo que no puede faltar con Beauforts también impregna la nube de la apertura, que tiene dos aspectos emocionantes, por un lado, el olor de las brasas que brillan como boca de lobo, y por otro lado, la bocanada estridente de la el olor del cuero de la silla de montar calentado por él. En el corazón de la composición está el aroma del tabaco, que se mezcla de forma única con acordes amaderados y el olor a heno maduro en un vaso grande de ron. Por un corto tiempo, un aroma fresco y cítrico a virutas de metal también destella en el champán, dándole una sensación especial de pureza.
El Iron Duke es un homenaje al general y estadista de origen irlandés Arthur Wellesley, duque de Wellington (1769-1852), uno de los líderes militares británicos más importantes. En la Batalla de Waterloo, Wellesley dirigió las fuerzas aliadas que derrotaron a Napoleón y más tarde se convirtió en el Secretario de Asuntos Exteriores y Primer Ministro del Reino Unido. Como político, por su acción contra las reformas, los ingleses lo apodaron el Príncipe de Hierro, y como general también fue llamado el Libertador de Europa y el Salvador de las Naciones.
Finalmente, una cita que invita a la reflexión del “Príncipe de Hierro” Wellington: “Un hombre inteligente aprende cuando puede. El tonto cuando tiene que hacerlo"